lunes, 23 de marzo de 2020

Cuarentena


Hace un par de años hice un boceto, un hombre con una suerte de traje de vampiro y dos cosas extrañas flotando a su alrededor, posiblemente una galaxia y un monstruo marino, que desde las profundidades del mundo abisal llegó a buscar a ese hombre. Puede haber sido mi pololo de ese tiempo, no lo recuerdo ya con claridad.En ese tiempo trabajaba harto en oficina y no avancé más en el boceto, quedó guardado entre las cosas que siempre guardo y digo que voy a terminar... algunas llegan a buen puerto, otras no.


Las cosas que estaban destinadas van saliendo a flote, apuntándome pequeñas señales en escalada.
El hombre sin rostro tenía una corona dibujada. El óleo no seca rápido y se trabaja por capas, algo que alguien amateur debe manejar con paciencia y más estudio. Mirar más la rosa cromática, ver por la ventana y entender que la luz es distinta a toda hora. De apoco he ido re-haciendo y re interpretando las formas y los colores. En esta primera versión no está muy claro de donde llega la luz, porque las fuentes  son múltiples, quizás deba tomar una decisión al respecto más bien pronto, (quizás no hay mañana). En mi pieza tengo "El imperio de las luces" de Magritte, justamente lo que más me gusta es que sus fuentes son múltiples. La belleza es tal.. que da para pensar que es algo onírico, pero yo he visto lugares así, con esas nubes, esa luz.. Son lugares comunes a los que todo el mundo tiene acceso, pasajes de casas pareadas, donde casi lo único que evoca esperanza es que la luz del atardecer es linda para todos.


Siempre imagine que cuando viniera la extinción humana o la gran selección, o el juicio final, en su defecto, yo huiría a un cerro, muy lejos de todo, tan solo con una mochila y víveres para unos días, para encontrarme con una bruja sabia y alquimista. Nos alimentaríamos de plantas y estudiaríamos hasta encontrar la cura del mal. Solo ahí volvería la pena volver, quizás. ¿Donde yace realmente el mal?¿Cual es esa semilla que revienta constantemente todo?

Afuera empeora, adentro florecen preguntas, que quizás no tengan respuesta. Nunca le he temido a la muerte, si aveces a la soledad. Si de balances se trata; dolería más ver morir a alguien por mi egoísmo, que ahogarme en una tos seca. A veces lamento no haber estudiado más enserio la ciencia botánica y haberme acercado desde otro lugar a las plantas. Ellas vivirán y probablemente tengan cura a cosas que todavía no imaginamos que existen.

Mientras tanto el viaje interior a la pintura tampoco ha sido en vano, entre el olor a aguarras, trementina y gatos con spray en las paredes.

El invierno pasado me autoregalé un libro, porque estaba muy triste, lo leí este verano.
Siempre quise un espacio donde escribir las cosas que subrayo:

"Pero haber descubierto la dignidad moral del mundo circundante, el artista prolonga esa solidaridad entre ética y estética, y la utiliza para sus propios fines. La cosa no es bella porque es virtuosa, si no virtuosa porque es bella."

"No pintan como lo hacen para agradar a los predicadores, ni porque se limiten a representar lo que ven. Los impulsa la idea de belleza, que es un conocimiento y una moral a la vez. La diferencia está en que el pintor holandés no necesariamente encuentra la belleza en un repertorio establecido de formas, si no que puede decidir por si mismo mostrar la belleza de un gesto que nadie había magnificado hasta entonces: un hombre que observa por la ventana o una niña que nos mira con los ojos cansados"

"El descubrimiento de la belleza del gesto cotidiano permite de alguna manera poner de relieve el sentido literal sin que por ello desaparezca nunca del todo el sentido moral"

Elogio de lo Cotidiano - Tzvetan Todorov